3 minutos de lectura.
Hace años atrás, algunos aún creíamos que era un tema irrelevante:
''¿Para qué voy a cuidar mi piel si soy hombre? No lo necesito.''
Así pensaba durante mucho tiempo, hasta que una noche mientras me afeitaba antes de salir, me miré bien en el espejo y me di cuenta de algo impactante.
Me estaba poniendo viejo.
Bueno, tampoco tan viejo, pero empecé a notar cambios en mi cara que antes no tenía. En ese momento me di cuenta que el tiempo no perdonaba a nadie. Me había dejado estar.
Noté que ahora cuando levantaba las cejas tenía pequeñas arrugas en la frente, mis ojos tenían sus patas de gallo más marcadas y mi piel era áspera, con los poros muy visibles en algunas zonas.
Nunca me había preocupado tanto de mi cara hasta que vi los efectos del descuido prolongado. Cuando uno es joven, siempre piensa que lo seguirá siendo, uno no se preocupa tanto por el futuro.
En ese momento decidí que era hora de tomar acción. Compré lo más básico y lo que creo que debería tener todo entusiasta: un limpiador facial, una crema hidratante y un protector solar. Lo usaba en ese orden y constante, toda las mañanas.
Entre 1 a 2 meses, mi cará cambió totalmente. No miento, la diferencia fue como el día a la noche. En ese momento no entendía como algo tan simple como una rutina facial, algo que no te lleva más de 5 minutos al día, podía tener un impacto tan fuerte en mi cara.
Sí, lo hice para recuperar mi confianza y mi autoestima, al final, ¿quién no quisiera mantener su cara más joven y sana? Es como hacer ejercicio o comer bien. No buscas el cuerpo de un modelo de revista, sino sentirte bien contigo mismo y a la vez estar saludable.
Al final, el rostro es básicamente tu tarjeta de presentación hacia la sociedad, hacia esa persona que te gusta o tu pareja, hacia tu trabajo, hacia tus amigos. Es lo primero que la gente ve en ti y, en muchos sentidos, habla por ti antes de que digas una palabra.
Tu cara cuenta tu historia: habla de tus hábitos, de tu salud y de tu autoestima.
Y créeme, una cara bien cuidada no pasa desapercibida.